estructura de los dientes

Por principio, en cada diente se diferencia entre la corona dental y una o más raíces. En la transición entre la corona dental y la raíz encontramos el cuello del diente. En el ápice de la raíz existe una pequeña abertura (foramen apical), a través de la cual los vasos sanguíneos y linfáticos y los nervios acceden al interior del diente.
“Coronal” significa “en la corona dental”, “cervical”, “en el cuello del diente” y “radicular”, “en la raíz”. La zona del diente “en el ápice de la raíz” recibe el nombre de “apical”.

Estructura exterior de un diente con indicación de su posición y de su orientación.


Los dientes están formados a partir de tres sustancias duras: el esmalte, la dentina y el cemento; y una sustancia blanda (pulpa dentaria). La corona dental visible en la cavidad bucal está recubierta con esmalte, que es la sustancia más dura del cuerpo humano. El esmalte está formado en aproximadamente un 96 % por compuestos inorgánicos cuyos elementos principales son el calcio, el fósforo, el carbonato, el magnesio y el sodio, así como agua y compuestos orgánicos.




La mayor parte del diente está formada por dentina, la parte de la corona está recubierta de esmalte y la zona de las raíces está recubierta con cemento dental. La dentina es la segunda sustancia más dura del cuerpo humano y está formada en aproximadamente un 70 % por componentes inorgánicos y en un 20 % por material orgánico y agua. La dentina la forman los odontoblastos, cuyos citosomas se encuentran en el borde de la pulpa dentaria.

El cemento cubre la superficie de la raíz, pareciéndose en su estructura al hueso humano. El cemento lo crean los cementoblastos y está compuesto en un 65 % por elementos inorgánicos, principalmente calcio y fosfato.

Esmalte dental

El esmalte dental es una capa mineral de gran pureza, que recubre externamente la corona del diente. El esmalte es muy duro y su función es proteger el diente frente a las influencias perjudiciales del exterior, sobre todo del desgaste. Se compone en un 95% de su peso de minerales (fundamentalmente fosfato y calcio), en un uno por ciento de sustancias orgánicas (proteínas) y en un cuatro por ciento de agua.

En el esmalte dental es donde actúa el fluoruro a la hora de prevenir las caries (profilaxis de la caries). El fluoruro forma cristales de mayor tamaño, con lo que se reduce el volumen de los poros, mejora el proceso periódico de formación de la capa mineral (remineralización) e influye positivamente sobre el metabolismo de la placa dental.

Dentina

Debajo del esmalte se encuentra la dentina. Esta no solo rodea la corona, sino también la zona de la raíz, concretamente la pulpa dentaria. La dentina adyacente al esmalte (dentina del manto) se diferencia estructuralmente de la dentina cercana a la pulpa (dentina circumpulpar). Los denominados túbulos dentinarios, que contienen parcialmente prolongaciones de neuronas, poseen una densidad variable; la densidad tubular es superior en la proximidad de la pulpa. Los túbulos laterales de la dentina del manto contienen una mayor cantidad de un líquido transparente.
A diferencia del esmalte, formado por mineral de gran pureza, en la dentina pueden llevarse a cabo procesos de adaptación en modo de dentina terciaria, calcificaciones de conductos y desplazamiento de líquido (en un grado limitado). Esta propiedad está vinculada a la alta proporción de componentes orgánicos de la dentina, formada en un 20% de su peso por sustancias orgánicas, en un 70% por minerales y en un 10% por agua. Esta composición también hace que la dentina sea más blanda que el esmalte.

Cemento

Desde el área de transición entre la corona y la raíz del diente, un tejido conectivo mineralizado, denominado cemento dental, recubre la superficie de la raíz. El cemento no contiene nervios ni vasos sanguíneos, y anatómicamente no forma parte del diente, sino del periodonto. El periodonto está compuesto por los huesos que rodean los dientes, el tejido conectivo y la mucosa.

Pulpa

La pulpa dentaria, que forma la estructura interna del diente, posee células, vasos sanguíneos y fibras nerviosas. Se diferencia entre pulpa coronaria y pulpa radicular tan solo en base a su localización, ya que ambas forman una misma unidad orgánica. Los dientes sanos, que contienen una pulpa intacta, reciben el nombre de dientes vitales, lo que quiere decir que reaccionan ante los estímulos externos como por ejemplo el frío. En los dientes enfermos puede extenderse una inflamación a través de este sistema hasta los huesos del extremo de la raíz (pulpitis).



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